A la playa de tu mano me iría,
al puerto,con la brisa a la vida,
a vivir otras cien vidas.
Ocaso de mariposas
¡malditas horas!,se hacen pocas...
comer mariscos,mirar las rocas
y fumarme todo,incluso tu boca.
O quizás, al bosque de tu mano me iría
a los ríos,a la hierba,a la colina
y beber juntos amaneceres
embriagarme de olor a tierra
y esculpir en las hojas
que eres mi camarada,
y que yo soy tu fusil de guerra.
Sin embargo ,es probable
que ni playa no bosque nos sostengan
y tomases mi mano rumbo a la Victoria
o quizás a la Legua,
a la pobla,a la calle,a la grieta
y comeríamos el problema que aqueja
observaríamos como el pueblo se organiza,lucha,
y no se deja engañar con falsas promesas
que no lo compran con dulces
que no se vende,tranza ni se hunde.
Caminaríamos por las calles
buscando la solución
caminaríamos junto a ellos
a paso firme
forjando la revolución.