Acá hay tres clases de gente: la que se mata trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse.

martes, 30 de octubre de 2012

Azules, sueños azules

Quiero cantar sabes?
desde el ombligo,
con el sol cantar, cantar, darme abrigo
 quiero cantar cual caracol sobre plantas silvestres
abrir estas auroras boreales al mundo,
 expulsar los diablos amarillos, azules y morados que danzan acá dentr
o dejarlos bailar con libertad, que el mundo vea que son buenos
 cantar y re-significar las palabras
ceñirme en cada nota a los silencios
 rescatar en cada uno el dolor ancestral,
conducir ese resentimiento por otras aguas
 buscar mis pasiones cadenciosas hacerlas luz armónica,
 dulce vaivén de tren en rieles
 perder los miedos,
cantar, cantar y alejar los males
Quiero tararear suavecito,
bien dulce trenzar en el aire historias entre sueños y bemoles
 remodelar mi mirada en el ojo ajeno
 susurrar en un oído los coloeres
ahogar entre vinos, hiedras que ya no crecen
regar la arena de pisadas sin destino
que la negrura de mi piel se esparza lento hasta anochecer
silbarte un piropo de vez en cuando
 un poquitito guiñarte el ojo,
 escalar el Kilimanjaro y bailar desde allí
 olvidando la muralla China,
 derrumbando ( de-rumbear) el muro de Berlin
quebrando con cada movimiento la Moneda,
la Casa Blanca, la Rosada
que el Amazonas, El Río grande bailen en mi
que los peces sean tus manos
que algas y rocas conformen nuestras políticas de vida

domingo, 28 de octubre de 2012

Verde tren de olas...

Despierto y todo es verde verde agua, verde limón, verde musgo, verde pistacho, verde oscuro, verde claro verde caca , verde paco... Erguido sobre mi veo un sauce, acariciando mi nariz con el viento, regalándome en cada movimiento rocío, insectos, orugas que forman un camino desconocido, boreal. Las apariencias engañan y la tranquilidad se ciñe a mi piel, aveces me convence en ese trémulo vaivén de hojas limpias, de agua calma, de cielo raso que la paz reina, que como dice la canción, que el aire es "Puro y azulado"...caracoles y caparazones, ballenas varadas, bucear, sumergir los ojos y encontrar las olas únicas dueñas del idioma. Salvajes, bárbaros, bestiales, bravíos, antropófagos, animales nos dijeron, nos miraron, nos creyeron. Caminábamos vestidos por gélidas brisas, abrigados por las visitas de lobos marinos. Taparon nuestro sexo, "vergüenzas" les decían , vergüenza de que? de que mis senos estuvieran descubiertos? de que propagarán vida? de ser fuente de luz? Vergüenza ustedes, de exhibirnos en jaulas como animales, de proyectar sus vicios, sus miedos , la lengua víbora, voraz, sobre el cielo marmóreo Las caracolas bailaban en nuestro cuello y desde cada grano de arena el océano adquiría una mirada distinta.Nos sumergíamos para darle vida a nuestro estomago, nos sumergíamos para darle aire a nuestros pulmones, nos sumergíamos para darle de beber a nuestra memoria. Viajábamos a otros mundos, descubríamos antes que los "Descubridores" y sin embargo nunca nos supimos un satélite superior en el cosmos. Solo buscábamos oír
que nos cantaban los vientos del otoño anterior. Nosotras las mujeres, eramos las señoras del mar y por ello reconocidas en la familia. Nuestras manos redes,nuestro cabello hilo, nuestra voz el sol que disponía el rumbo.

martes, 23 de octubre de 2012

De otoños y oscurantismos

Una araña celosa del ocaso reflejado en el agua se rebelo estruendosamente aquella tarde otoñal la vi caer sobre mi, con movimientos torpes, pubertos. Sus bucólicas patas se deslizaron sobre cabellos y hombros, sentí frío. La observe como desgarraba sigilosamente su piel y se contorsionaba ante el hecho irrefutable que la amenazaba. Lentamente vi humedecer primero mis ojos y luego mis huesos, sentí galopar el corazón mas fuerte.Vi la lluvia posarse en mis zapatos y una agonizante araña tumbada a mal traer en mis pies. Subí el gorro de mi chaqueta queriendo permanecer un instante más junto a mi compañera, brindarle una muerte digna y que relámpagos anunciasen su ascensión al reino paragüense, pero no fue así. Esa tarde, el otoño también me hizo desfallecer a mi.