Acá hay tres clases de gente: la que se mata trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Peces Koi

Casi como una película translucida se mueve a mis alrededores, tejiendo luces desde sombrías hojas otoñales.Intento tocarle, mas es escurridizo y antes de que alcance a nombrarlo a iniciado una nueva ruta. Sigilosamente busco bajo su piel gelatinosa, que hay, sus ojos me juzgan, son impasivos y ante cada movimiento nuevo que trato de realizar se anteponen  descifrandolos y estableciendo una realidad paralela. No me intimido y busco gorriones en su interior, arboles que pueda podar, cuerpos celestes y sonidos ultramarinos, más solo hay agua dulce. Peces sin sueño me bailan alrededores, peces juglares, saltimbanquis, nocturnos de aguas cálidas los veo danzar, aparecen cuando no los espero, entre amigos, multitudes, hoy han venido en el silencio de un cielo de pocos arreboles y se cuelan  por la nariz para salir por mis ojos, descendiendo por escaleras evitando los crujidos, inventando nuevas rutas. Los veo entrar sobre el mate posado en la mesa y deseo espantarlos, tal como se hace con las moscas, pero no logro mas que voltear el agua, y así, yerba, elefantes y peces se desplazan en carnaval en  dirección hacia mi y casi, casi como el aire de un suspiro atraviesan las yemas de mis dedos y se asientan detrás de las rodillas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

que lindo leerte...

Unknown dijo...

Leyendo otros blogs di con el tuyo. Tanto me gusto tu relato que me tomé el atrevimiento de dejarte un comentario. Es un viaje en realidad, que lo transporta a uno a mundos inusuales y casi psicodélicos. Los peces, llenos de vida y color, casi transparentes, imaginarios al punto de transformarse y transformar vidas, me llenan de esperanza. Es un relato diferente, muy agradable y fácil de leer.

Un abrazo.